Dolce & Gabbana Otoño-Invierno 2021/2022

Dolce & Gabbana Otoño-Invierno 2021/2022

En colaboración con el Istituto Italiano de Tecnología, la Colección #DGFW21 revela cómo la tecnología y la artesanía, dos mundos aparentemente diferentes, se unen en una celebración del «Fatto a Mano». Los looks, inspirados en la investigación robótica y la inteligencia artificial, también rinden homenaje al ADN de la firma de lujo #DolceGabbana de los años 90.

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Domenico Dolce y Stefano Gabbana cerraron la temporada Otoño-Invierno 2021/2022 de Milán con una juvenil colección protagonizada por iCub y robots humanoides multifuncionales R1 que tomaron la pasarela en su espacio de teatro. Al mismo tiempo, sus modelos vestían vibrantes diseños que rendían homenaje a la década de 1990. La era de la hiper creatividad en la que la marca D&G alcanzó su mayoría de edad.

En su obra fundamental «Barbie Girl» de 1997, el grupo musical Aqua cantó sobre una vida en plástico: «Es fantástico». Pioneros del pop chicle de mediados de los 90, su revolución de los dibujos animados coincidió con el predominio de Internet. Con letras como «imaginación, la vida es tu creación», la realidad aumentada de Aqua fue fácilmente un precursor de las redes sociales y sus verdades digitales animadas. En 1998, Dolce & Gabbana los vistió para los World Music Awards, uniendo a la estrafalaria banda con la marca más codiciada por la juventud de la década.

Casi 25 años después, en un cambio de dirección radical y vigorizante, los diseñadores ahora están dedicando sus colecciones a las tribus e-girl / e-boy de TikTok y similares. «Esta colección es para nosotros un nuevo capítulo porque siempre nos ha inspirado mucho lo que es la tecnología. Es por eso que elegimos cooperar con el Istituto Italiano di Tecnologia, uno de los institutos científicos más estimados a nivel mundial, verdadera excelencia italiana en el sector. Queríamos explorar algo nuevo, algo contemporáneo. Queríamos establecer un paralelo entre lo que somos: tradición e innovación».

«Cuando empezamos en 1984, la innovación nos transportó. Entonces descubrimos que todavía necesitábamos nuestras raíces, en el sur, Sicilia. Todo lo que ya sabéis», comentó Dolce sobre las necesidades en este momento para encontrar una mejor forma de dialogar con la nueva generación digital. El diseñador habló sobre sus experiencias, tradiciones y lo hecho a mano. «La tradición no tiene sentido si no hay innovación, y la innovación no tiene sentido si no hay tradición».

Como era de esperar, el espectáculo digital grabado comenzó con estos dos robots emergiendo desde abajo y un pequeño grupo de modelos. Los robots se controlan mediante una persona, a través de una red de realidad virtual. Los diseñadores incluso enseñaron a los robots algunas habilidades elementales de diseño de moda, como dibujar vestidos.

La artesanía del pasado y el futuro se fusionaron a la perfección para crear las superficies de un abrigo de «patchwork» de tejidos mixtos con la idea de colores artificiales en estas nuevas mallas de lana y plástico. El mosaico de telas ha sido algo que D&G ha utilizado desde el principio y que se hizo famoso en el desfile hippie de la primavera de 1993, con Cindy Crawford y Marpesa con faldas de seda de retazos gigantes casi a juego, ahora con superficies brillantes.

Luego, las jóvenes modelos se hicieron cargo del escenario. Desfilaron con su nuevo tipo de ropa de los 90 confeccionada con mezclas de texturas de tejidos: nailon transparente, plástico, estampados de poliéster de alta tecnología. En un caleidoscopio de colores brillantes y formas alegres que recordaban la última década antes de los albores de los años veinte.

«Queríamos explorar nuestra experiencia de lo que vimos e hicimos. Desde 1984 hasta la actualidad. También hemos pescado recuerdos, cosas, prendas originales y las hemos mezclado con las recién presentadas. Está toda la innovación de los tejidos mezclada con el clasicismo. Algunos «patchworks» son telas clásicas como la tela de poliestireno o las telas vegetales. También hemos mezclado todo lo posible e imaginable para nosotros», enfatizó Stefano Gabbana sobre cómo las dos caras se fusionaron para sondear esta nueva colección.

El programa tiene la sensación de mirar a través del cristal del mundo digital con su ritmo rápido y música electrónica, pero no es precisamente una imitación de ese mundo inferior. El mundo digital apareció en lo visual, pero la ropa todavía tiene esa calidad que sólo se consigue con el hecho a mano. Incluso si las telas no son las tradicionales de seda o lana de gabardina.

«En esta nueva colección, habéis visto las mismas prendas de los 90: hay corsés que usaba Prince en Cream, están los bodys de Madonna, está el famoso body con piedras de Naomi, el sujetador con piedras de Linda». Los estampados de leopardo, un especial de D&G de hace treinta años, emergen aquí en amarillo ácido, azul y rojo sobre reflectantes patrones con estampado de nailon en abrigos acolchados recortados, bodies de poliéster y como motivos en suéteres de mohair sintético.

En la heterogénea mezcla de una colección que combina formas gigantes y de gran tamaño con telas falsas y reales, las señas de identidad de las firmas de D&G de los años 90 están a la vista. Aquí hay un sostén rojo y calzoncillos debajo de un vestido de tul transparente negro de manga larga o un vestido negro de columna larga con una capa adjunta que cubre el hombro y mangas largas que recuerdan una campaña de Isabella Rosselini en 1989. Naomi Campbell usa el body decorado con brillantes piedras en forma de diamante visto en el desfile Primavera-Verano 1991.

«Esta es una idea que viene del mercado. Los jóvenes nos comentan: ¡nos gustaría llevar la ropa de los noventa!», dijo Gabbana de la génesis que inició la idea de este nuevo capítulo. «Todo parece obvio para nosotros, vivimos esa época, y esta nueva generación no ha visto ese mundo y no lo conoce». Hay un montón de ropa nueva para elegir en esta colección masiva. Algunas prendas reales de la década de 1990 renovadas y otras como camisetas que dicen «top model» son sólo frases para recordar esa época pasada. Sin embargo, las siluetas son las que llevan los jóvenes ahora.

Nos guste o no, siempre se habla mucho sobre que la moda debe avanzar, hacer cosas nuevas o incluso adoptar una nueva forma. En el último año de la pandemia, la cuestión del cambio y la evolución hacia el futuro nunca ha sido tan urgente, no sólo desde la perspectiva del lado comercial de la moda, sino más crucialmente desde el lado creativo. Los cambios no son sólo una leve alteración de una chaqueta o el acortamiento de una falda. La evolución real es un reexamen total del proceso de la moda creativa y ver qué quieren ahora los consumidores de la marca en términos de ropa y valores.

Vestida para la pantalla, con todos los colores artificiales, texturas falsas y características mejoradas digitalmente que puedas imaginar, es una ciber-subcultura que vive en la realidad virtual que Aqua alguna vez soñó. Estos modelos ciertamente se parecen a la banda, al igual que la colección de Dolce & Gabbana. Algo ha cerrado el círculo.

Siluetas exageradas forjadas en materiales caleidoscópicos de alta tecnología imitaban los ejercicios de amplificación anatómica de las redes sociales en un grado similar al del anime. Expresadas en formas biónicas, algunas siluetas evocaban los «bustiers» blindados de la colección de primavera de 2007, en sí misma una versión sobrehumana del armario de tocador negro y encorsetado de los diseñadores de los años 90.

En cuanto al «beauty look», Pat McGrath proporcionó un maquillaje perfecto capaz de combinar una visión tan nostálgica con un look de belleza codiciable y portátil. Después de todo, el ícono británico se hizo un nombre en el escenario internacional durante los años 90, haciéndose conocida por su enfoque creativo del maquillaje y su devoción intrépida por los brillos atrevidos en medio de un período que fue famoso por restar importancia a la presencia del maquillaje.

Unos looks de belleza únicos en los que destacaban ojos delineados con tonos de resaltador y colores de labios atrevidos en impactantes tonalidades de rosa, verde azulado y carmesí. Mientras el cabello, dirigido por Guido Palau, también buscó inspiración en un «moodboard» cargado de colores brillantes y arcoíris. El pelo de parte de las modelos se tiñó de ardientes rojos, naranjas, azules, púrpuras y rosas. El resultado final fue una degustación en tecnicolor para las masas hambrientas de colorete.

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Editora/Autora: @Godustyle
Imágenes cortesía de theimpression.com
Composición Godustyle.com