Chanel Pre-Fall 2021 | Château des Dames

Chanel Pre-Fall 2021 | Château des Dames

La última colección de Virginie Viard rinde homenaje al espíritu de la mujer renacentista. Como si de un cuento de hadas se tratará, la línea Chanel Pre-Fall 2021 contó como escenario con el castillo de Chenonceaux. Una construcción conocida comúnmente como «Le Château des Dames» (El castillo de las Mujeres), debido a todas sus famosas y poderosas propietarias que la restauraron y renovaron a lo largo del tiempo: Diane de Poitiers, Catherine de Medici, Louise de Lorraine, Louise Dupin y Marguerite Pelouze.

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Situado en el valle del Loira, a unos doscientos kilómetros al suroeste de París, en el pequeño pueblo de Chenonceaux, el castillo fue construido a principios del siglo XVI con una extensión que cruza el río Cher añadida a mediados de la década de 1550, por el arquitecto renacentista francés Philibert de l’Orme y Jean Buillant. La estructura adicional encargada por Diane de Poitiers, la amante de Enrique II, ofrece una vista reflectante del castillo desde la superficie del río.

Cuando los visitantes extranjeros realizan una visita guiada al castillo de Chenonceaux, una de las joyas del valle del Loira en Francia, a menudo se sienten intrigados por las «C» entrelazadas que aparecen en todo el castillo. Las iniciales son las de Catalina de Medici, la ex reina de Francia cuyo retrato cuelga sobre una elaborada chimenea de piedra tallada y coronada por leones. Pero para los ojos del siglo XXI, se ven notablemente similares al logotipo de Chanel.

Símbolos creados por Catalina de Medici, conocida por su fuerza y ​​su inconformidad con las normas. La regente real prefería montar a caballo con la pierna en la silla de montar en lugar de en la «planchette» como era costumbre en ese momento. Para Medici, esto representaba su búsqueda de la libertad, grandes avances en gestos pequeños y significativos. Un folleto de texto de Fanny Arama titulado «D’une renaissance à l’autre» (De un renacimiento a otro) compara las similitudes de estilos de vida del pasado de Catalina de Médici y Gabrielle Chanel.

De todas las propietarias del castillo, Catalina de Medici, viuda de Enrique II y regente después de su muerte en 1559, transformó el complejo en su residencia y añadió extravagantes jardines, la galería del puente, suntuosas alas y habitaciones. Una de las galerías con azulejo de patrón de diamante blanco y negro fue donde el desfile de Chanel Métiers d’Art se llevó a cabo sin audiencia física y se filmó para su transmisión.

Inicialmente planeado con un pequeño número de invitados y posteriormente cancelado debido al segundo cierre actualmente en vigor, el programa fue filmado dos días antes con sólo un invitado presente: la actriz Kristen Stewart luciendo un vestido negro con un largo collar de perlas sentada sola en un banco de madera marrón. Las fotografías que Juergen Teller tomó de los terrenos del castillo se imprimieron en un libro encuadernado en blanco y negro que sirve como una historia visual del castillo con su grandeza interior y exterior.

«No sabemos si Coco se inspiró directamente en ella, pero es muy probable porque admiraba mucho a las mujeres del Renacimiento. De ahí nace su gusto por los volantes de encaje y la estética de determinadas piezas de su joyería. En el fondo, este lugar es parte de la historia de Chanel. En 1936, Gabrielle Chanel escribió un artículo sobre las mujeres de esa época: Siempre me ha impresionado un extraño sentimiento de simpatía y admiración por las mujeres que vivieron desde Francisco I hasta Luis XIII, tal vez porque las encuentro a todas geniales, con magnífica sencillez y una majestuosidad imbuida de onerosos deberes», dijo Viard.

El castillo de Chenonceaux, un lugar donde las amas y esposas reales de buen gusto convergieron en los siglos pasados, con sus proporciones delgadas, lineales y largas; proporcionó el envoltorio perfecto para esta colección Chanel Pre-Fall 2021 Métiers d’Art. Una gama de ropa cortada con precisión con delgadas y largas siluetas, muchas de ellas con faldas y abrigos hasta los tobillos. Los vestidos de noche en blanco y negro eran sutiles para estos tiempos como el gran vestido negro palabra de honor que cerró el desfile. Con una larga cola en la espalda se combinó con un ancho cinturón metálico incrustado de pedrería y leggings plateados.

Existe un aire deportivo en los abrigos acolchados de ante marrón para el aire libre. Así como algo inesperado, una sutil revelación de sensualidad en las faldas largas divididas en la parte delantera que muestran leggings plateados y esos jumpsuits de tweed: un traje de tweed negro de una pieza con botones dorados y ribete de bolsillo, y un tweed gris sin mangas con una chaqueta sin cuello.

Aunque esta colección es una celebración de todo el trabajo de los artesanos especializados, la ropa no se siente demasiado lujosa ni demasiado adornada; de hecho, las decoraciones se mantienen en lo esencial. Los bordados de flores brillantes en la solapa de una chaqueta blanca de un solo botón de pecho, hecho por la bordadora Lesage, eran tan ligeros como los escasos terrenos del jardín que rodeaban el castillo.

La bordadora Montex confeccionó las faldas cortas en blanco y negro con una chaqueta de tweed dorada, una chaqueta negra con ribetes de piel y la túnica de cuero negro que abrió el desfile. El plumassier y florista Lemarié confeccionó el vestido de encaje negro de manga corta compuesto por celosías salpicadas de tachuelas metálicas.

«¡Y un gran sombrero negro de Maison Michel, para un look muy Milady! También le pedí al atelier Montex que hiciera bordados del castillo al estilo de un juguete infantil en strass. Porque me gusta que todo esté mezclado, todas las épocas diferentes, entre el Renacimiento y el romanticismo, entre el rock y algo muy femenino», dijo Viard.

En esta ocasión, un traje elástico plateado o rosa sirve como capa base, lo que sugiere que la ropa puede ser intercambiable, desde el traje de tweed rosa claro con una chaqueta corta con mangas acampanadas y falda corta hasta una versión azul que se usa debajo de un traje de falda de tweed multicolor sin mangas o debajo de un abrigo largo de lana blanco con mangas bordadas.

Esta colección pretende canalizar un espíritu atemporal en una era diferente, la actual, con prendas fáciles de llevar y menos pesadas. No se trata tanto de mirar atrás para encontrar inspiración en el pasado y reforzar el presente, sino más bien de buscar espíritus paralelos. Los vestidos de noche negros hacia el final del espectáculo fueron un homenaje a Louise de Lorraine, la esposa del rey Enrique III, que solo vestía ropa negra de luto después de enterarse del asesinato de su esposo.

Se presentan dos nuevos diseños de chaqueta en esta colección que no se habían visto en los desfiles anteriores de Viard: una chaqueta corta de tweed rojizo con cuello en V profundo y mangas que salen de debajo de los paneles que caen hasta la cintura y se abotonan en el ombligo. Y un versión más severa en forma de una chaqueta de tweed negro y plateado con dos paneles frontales con adornos blancos que cubren la cintura y se abrochan. Ambas chaquetas se combinan con faldas largas de estampado azul y flores. Una ubicación sutil de nuevas ideas de diseño.

Los tapices del castillo inspiraron tejidos de intarsia y suéteres de noche bordados por Lesage. Mientras tanto, Lemarie, famosa por su trabajo con plumas y flores artificiales, es responsable del enrejado de cintas negras colocadas sobre organza translúcida que evocan el vestido de la corte de la era Chenonceaux con un ligero toque 2020. Ese diálogo a través de los siglos también se expresa en el drama lúdico de un abrigo de terciopelo negro hasta el suelo que se abre para revelar un pálido cuerpo de tweed pálido, abotonado en dorado como una chaqueta tradicional de Chanel.

En cuanto al «beauty look», el negro, representativo de Catalina de Medici, se erige protagonista del maquillaje de Lucia Pica, para lograr una apariencia monocromática cautivadora. «La colección refleja el espíritu renacentista. Trasciende la interpretación moderna de una mujer fuerte, que tiene su propio poder», explica la maquilladora. «El maquillaje es gráfico e intenso. Acentúa los ojos tanto en altura como en anchura». Frente a esta afirmación, llena de garbo, el resto del maquillaje fue intencionalmente minimalista ya que la piel simplemente se perfeccionó con un efecto difuminado y los labios se cubrieron de bálsamo para un ligero efecto de brillo.

Editora/Autora: @Godustyle
Imágenes cortesía de chanel.com
Composición Godustyle.com